Se realizó un estudio descriptivo, longitudinal y retrospectivo, en el que se revisaron el 100 % de las historias clínicas de 6 440 niñas y adolescentes atendidas en la consulta en el período comprendido entre el 1º de enero de 1997 al 31 de diciembre de 2006, quedó integrada la muestra por 32 casos con diagnóstico confirmado de abuso sexual.
Se estudiaron entre otras variables aquellas relacionadas con el motivo inicial de consulta, principales hallazgos detectados durante el examen físico y ginecológico inicial, la presencia o no de una infección de transmisión sexual (ITS) concomitante, el tipo de abuso, así como las características del perpetrador y la denuncia o no del hecho. Se comparó el comportamiento de estas variables entre el grupo de niñas (0 a 10 años) y las adolescentes (11 a 19 años).
El reconocimiento del abuso se basó en los criterios de sospecha de abuso descritos por Muram en relación con las características anogenitales de pacientes con referencia o sospecha de abuso y la combinación de estas evidencias clínicas con la presencia de cambios psíquicos o conductuales, lo que casi siempre fue corroborado por la aceptación o el reconocimiento por parte de la menor o sus familiares respecto al abuso.
Clasificación de Muram:
Categoría I: Genitales de aspecto normal.
Categoría II: Datos inespecíficos (pueden relacionarse al abuso, pero también pueden obedecer a otras causas). Incluye la presencia de:
– Eritema de genitales externos e incremento del patrón vascular de la mucosa vestibular y labial.
– Presencia de secreción purulenta en vagina.
– Fisuras o laceraciones pequeñas en el área de la horquilla posterior.
– Adherencia o aglutinación de labios menores.
Categoría III: Presencia de características específicas, la presencia de una o más sugiere el diagnóstico de abuso, estas comprenden:
– Laceraciones recientes o cicatrizadas del himen y la mucosa vaginal.
– Orificio del himen mayor de 1 cm.
– Proctoepisiotomía y muescas sugestivas de mordedura.
– Presencia de una Infección de Transmisión Sexual (ITS).
Categoría IV: Características específicas de abuso, dadas por la presencia de semen.
Dentro de las manifestaciones psíquicas y conductuales sospechosas de abuso consideramos la presencia de hostilidad y sentimientos de odio hacia las personas, aislamiento de la familia, pares y otros amigos, regresión a comportamientos infantiles, cambios en los patrones del sueño, rechazo a la escuela o círculo infantil, huidas de la escuela en el horario de clases, falta de atención y concentración, actitud agresiva, asumir conductas sexuales precoces y/o mostrarse sexualmente provocativa, entre otras